jueves, 5 de abril de 2007

El puente de los suspiros


Un gesto de gracia acompaña a la estatua de Chabuca Granda en una aparente interpretación del tema Del puente a la alameda. Junto a ella, la figura de un chalán sobre su caballo, realza el recuerdo de una Lima criolla y opulenta. Ambos se encuentran frente al Puente de los suspiros, lugar por donde transita diariamente el amor y la nostalgia, la necesidad y la esperanza.

Son casi las cinco de la tarde y el sonido de un tambor se pierde entre los gritos de numerosos loros que revolotean entre los árboles. Mientras, silenciosos gallinazos observan desde la cúpula de la iglesia el lento tránsito de la vida. Debajo de ellos, cinco jóvenes venden sus artesanías a los visitantes y una señora ofrece la inmortalidad del amor escribiéndolo en granos de arroz. A esta hora el puente solo parece bostezar.

Los lentos pasos de las parejas retumban en el puente. Algunas se apoyan en las barandas para observar el horizonte, mientras, una señora ofrece sus rosas con insistencia. Parece que se le hubiera encargado a ella la labor de continuar dándole suspiros a este puente. Hoy ha tenido suerte, pues ya ha vendido seis rosas. Se lleva el dinero a la frente y se persigna, a la vez que ensaya un suspiro, pero de esperanza.

Las horas transcurren, las luces se encienden, y en el horizonte, el mar absorbe las llamas del sol quien muere apaciblemente en el regazo de lo infinito. Las parejas, ahora, se dirigen al mirador para observar mejor este bello ritual. El cielo se torna de diversas tonalidades como si fuera un gran lienzo salpicado de colores. En el mirador, los vendedores aprovechan los instantes que quedan de luz para cerrar con éxito el día.
Las luces de los faroles conjugan su intensidad con la de los letreros luminosos. Otras luces emergen desde el suelo para iluminar los elementos cercanos al puente, entre ellos, la estatua de Chabuca Granda. El puente de los suspiros adquiere así, la apariencia de un texto completamente resaltado. Por aquí pasaron los señores de otras épocas en busca de paz. Hoy este puente tiene nuevos dueños. Hoy, el puente une estos dos momentos en un intento de darnos un suspiro luego de tan agitada vida.

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