lunes, 20 de agosto de 2007

Comentario a SOLAS (Benito Zambrano)


Solas es el retrato más hermoso posible para uno de los problemas más comunes de nuestra época y aquel que paradójicamente moviliza cientos de personas: el maltrato contra la mujer. Conformada por una cantidad respetable de momentos de maestría, la película evade la monotonía y las construcciones lógicas del guión intentando mostrar las condiciones terrenales y cotidianas de la vida misma, vista a través de primeros planos que destiñen la realidad y la subliman. Solas incide bastante en las expresiones de sus personajes para desarrollar y sustentar ideas. Cada movimiento gestual es una invitación a la reflexión, al pensamiento. Cada problema tiene su lágrima: el maltrato a la mujer, en el rostro demacrado de la madre; la soledad, el abandono, la impotencia, en el rostro de la hija (recordemos el magistral cuadro que nos pinta Zambrano cuando ella está a punto de lanzarse al tren y los vagones van dibujando su rostro, a la luz de la decadencia, de la locura y la intransigencia de un sujeto que la ve y no hace nada por detenerla), en el rostro del viejo, en el de la misma madre.

En realidad Zambrano nos relata la manera cómo el maltrato hacia la mujer se vuelve parte de la cotidianidad adquiriendo formas institucionalizadas o socialmente aceptadas, como por ejemplo el aborto: uno de los ejes sobre el cual gira la película. Su existencia ya forma parte de la discusión de la opinión pública, de los condicionantes temporales y espaciales para que sea aceptado. Zambrano grafica este contrapunto con eficacia. El nos dice que detrás de todo este problema y de lo que podría parecer una responsabilidad individual hay una causa estructural socialmente asentada en el sufrimiento de la mujer, en su marginación y maltrato. Esta situación condiciona y genera situaciones en las que la calidad humana de las mujeres se degrada. Recordemos la frase de la hija “yo escapo del pueblo para no caer en el mismo error de mi madre y me llego a meter en otro peor”. La trascendencia de estas causas que forman un espectro o foco de maldad condicionan la vida de las mujeres en la sociedad. Ahora, esta sociedad ya no discute las causas de sus problemas sino la forma más aceptada para salir de aquellos, pero no es suficiente. La misma hija lo grafica con maestría cuando menciona frente al viejo “yo no quiero que tu me apoyes o estés en contra mía, ni que me acompañes; yo lo único que quiero es que me digas que mi vida va a cambiar” Este frase es generacional. Su sustento es el discurso de los movimientos liberadores feministas que buscan transformar esta situación desde las raíces mismas de la sociedad.


Otra de las características importantes de la película es que Zambrano utiliza a la madre para contar la película (se convierte en el hilo conductor) y a través de ella exalta los valores tradicionales de una sociedad que nos es conciente ni de su existencia. La madre expande su cariño y ternura a cada uno de los personajes que va encontrando a lo largo del relato, más solo es bien recibido por aquellos que de alguna manera aun pertenecen a ese estilo tradicional. Una de las características más bellas de la película es el retrato de la mirada de la madre quien constantemente observa impotente y pasiva cómo los patrones sobre los cuales ella fue formada se derrumban y adquieren nuevas formas trastocando su sensibilidad. Por eso ella es comprensiva con todos, es bella en todo el sentido de la palabra, trasciende su humanidad y la eleva. Cuando ella mira a su hija, ve a la sociedad descomponerse. Cuando la sociedad la observa la destruye y le suplica perdón. Es un juego de realidades entre dos mundos contrapuestos: el pueblo y la ciudad. Solo que Zambrano utiliza esta dupla para darnos una analogía entre los valores. La pregunta sería: ¿por qué la mujer encarna esos valores y no en cambio el hombre quien ve en su mujer solo una fiel acompañante? ¿Qué nos trata de decir Zambrano con esto?

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